La meseta de Leucate
Sitio protegido por la red Natura 2000, paisaje atípico en esta costa arenosa del Mediterráneo, la meseta calcárea de Leucate termina su curso hacia el mar en un acantilado de 40 metros de altura.
La meseta siempre ha sido moldeada por el hombre y sus actividades: la viticultura y el pastoreo. Caminar con la nariz al viento entre sus muros de piedra seca, sus capiteles y antiguas majadas es descubrir un mosaico de ambientes y paisajes: cultivos (viñas, almendros, olivos), matorrales, céspedes mediterráneos, pinares y acantilados.
A partir de febrero, vuelven las flores de primavera: primero los almendros, luego los afilantos de Montpellier, las orquídeas, la rara retama Violette sous-arbustive (especie protegida), el tomillo y el romero… ¡Todos los olores de la garriga!


